La Comisión Europea ha presentado hoy el marco financiero plurianual post 2020, el nuevo presupuesto de la UE para el período 2021-2027. Las cuentas están marcadas por ser el escenario post-Brexit, al ser el primer presupuesto sin el Reino Unido, así como por los efectos de la crisis económica, y la respuesta a la llegada de refugiados y demandantes de asilo a la UE.
El eurodiputado del grupo Verdes/ALE y portavoz de Catalunya en Comú, Ernest Urtasun, ha comentado:
“Este presupuesto es una nueva oportunidad perdida. Tras años de crisis que han evidenciado los problemas del diseño institucional de la política económica de la UE y tras el Brexit, creemos que el nuevo marco financiero de la UE debería sufrir un cambio radical de orientación. La Unión Económica y Monetaria necesita una profunda reforma y el presupuesto debe jugar un papel fundamental en el nuevo entramado institucional de la futura UE. En este sentido, vemos con preocupación que se cree un fondo de 25.000 millones específicamente para el apoyo de las reformas estructurales que han supuesto en muchos casos un proceso de empeoramiento de las políticas sociales y de bienestar. Nuestro grupo se opondrá a cualquier condicionalidad macroeconómica en los presupuestos. Al mismo tiempo, el denominado fondo anticrisis de 30.000 millones nos parece que tiene una dotación insuficiente.
El tamaño total del presupuesto es menor del que esperábamos y de lo que el pleno del Parlamento Europeo había reclamado recientemente. Así, las cuentas quedarán en un 1,11% respecto a la renta nacional bruta de la UE, muy por debajo del 1,3% que reclamó el pleno del Parlamento.
Respecto a las prioridades en el gasto, vemos como las partidas de seguridad, defensa y protección de las fronteras se incrementan por encima de lo esperado. Por su parte, las políticas de gasto en medio ambiente, cohesión y política de vecindad y solidaridad, quedan por debajo de lo que había exigido el Parlamento Europeo. Además, nuestro grupo considera que lo que acordó el Parlamento eran propuestas ya por debajo de las verdaderas necesidades sociales y ambientales de la UE, así que está propuesta de la Comisión se queda todavía mucho más corta.
Un aspecto que consideramos positivo es la novedad del apartado de los ingresos. Alrededor de un 22% de los ingresos previstos serán recursos propios de la UE, que desarrollará en los próximos años ingresos provenientes del nuevo Impuesto de Sociedades con una Base Imponible Común Consolidada, la fiscalidad sobre los embalajes de plástico y un sistema de comercio de emisiones propio. Así la participación de los Estados Miembro se reducirá del más del 80 % actual a alrededor del 60% de las aportaciones al nuevo presupuesto.
Esperamos que en la tramitación y las negociaciones con el Consejo y Comisión del nuevo marco financiero plurianual el Parlamento pueda mitigar la propuesta y mejorar el texto consiguiendo un presupuesto ambicioso y orientado a la recuperación social y económica de la UE.”