Estrasburgo – 7 de junio 2022
Esta madrugada, el Parlamento Europeo, la Comisión y el Consejo han llegado a un acuerdo sobre las normas relativas al salario mínimo en la UE. El resultado de las negociaciones a tres bandas es un gran paso adelante en la lucha contra la pobreza laboral, la brecha salarial entre hombres y mujeres y la desigualdad salarial para los trabajadores de toda la UE. El Grupo de los Verdes/ALE celebra los resultados. Los salarios mínimos deberán ajustarse al aumento del coste de la vida.
Ernest Urtasun, eurodiputado de En Comú Podem y vicepresidente de los Verdes/ALE ha comentado:
“Durante demasiado tiempo la Unión Europea ha descuidado a los trabajadores y trabajadoras con los salarios más bajos. Esta ley demuestra que una Europa más social es posible si hay voluntad política. Con mucha gente luchando por llegar a fin de mes, este acuerdo debe traducirse en salarios más altos lo antes posible”.
“El hecho de que alrededor del 10% de los trabajadores europeos vivan actualmente con situación de pobreza es una vergüenza. Con la legislación sobre el salario mínimo, aproximadamente 25 millones de trabajadores y trabajadoras de la UE verán aumentados sus salarios. Ni siquiera debería ser un punto de discusión, sino que el salario mínimo debe ser un salario digno”.
“Esta propuesta también incluye medidas para acabar con la brecha salarial entre hombres y mujeres, algo que desde el Grupo de los Verdes/ALE hemos impulsado durante mucho tiempo. Son principalmente las mujeres las que tienen trabajos mal pagados. Si nos centramos en esto, podemos abordar esta brecha salarial aún más rápido”.
“La medida también sigue los pasos que se han establecido para la subida del salario mínimo en Espanya.”
Más información:
El salario mínimo no se armonizará con esta legislación, pero para determinarlo los países deberán promover la negociación colectiva y establecer procedimientos y criterios que permitan a los trabajadores y trabajadoras tener un nivel de vida digno. Se aconseja a los Estados miembros que establezcan una cesta de bienes y servicios a precios reales para determinar el coste de la vida con el objetivo de alcanzar un nivel de vida digno. Además de las necesidades materiales, como la alimentación, la ropa y la vivienda, también podría tenerse en cuenta la necesidad de participar en actividades culturales, educativas y sociales.
El Parlamento Europeo votará el acuerdo en julio y los países de la UE también tienen que dar su aprobación final.