Una investigación periodística realizada por varios medios de comunicación internacionales ha revelado con nuevos datos sobre las prácticas fiscales agresivas de Luxemburgo. La investigación conocida como “OpenLux” Por primera vez, se ha hecho accesible y completamente consultable el registro de transparencia de propiedad efectiva de las empresas y fondos de inversión radicados en Luxemburgo. La investigación revela cómo las empresas trasladan primero sus beneficios a Luxemburgo mediante préstamos intraempresariales para después transferirlos a otros paraísos fiscales. Luxemburgo es, después de Estados Unidos, el segundo centro financiero internacional del mundo con un flujo de Inversión Directa Extranjera interna del 5.766% sobre su PIB y una externa de 6.749%.
Sobre ello, Ernest Urtasun, eurodiputado de Catalunya en Comú, vicepresidente del grupo Verdes/ALE en el Parlamento Europeo ha comentado:
“Las informaciones sobre Luxemburgo son indignantes e inaceptables. Los compromisos adquiridos después del escándalo LuxLeaks, se han demostrado ser papel mojado. Luxemburgo sigue siendo un paraíso fiscal que da cobijo a las trampas fiscales de grandes multinacionales, millonarios, deportistas e incluso criminales.
Luxemburgo actúa hoy principalmente como bisagra entre los países europeos y los paraísos fiscales de todo el mundo. Luxemburgo pisotea los principios más básicos de la integración europea cuando permite estas prácticas que permiten prácticas de grandes empresas y millonarios que evitan pagar lo que les corresponde en sus respectivos países, con un grave impacto en las arcas públicas en un momento tan sensible como en esta pandemia de la COVID-19 donde se ha demostrado la necesidad del liderazgo público.
La revelación de este escándalo demuestra el potencial de los registros públicos de beneficiarios efectivos de empresas, que ha sido la base de la investigación. Fue un éxito del Parlamento Europeo en la pasada legislatura. Pero al mismo tiempo también vemos que hay una aplicación insuficiente. Todas las autoridades fiscales deberían tener acceso e formatos abiertos a ese registro de forma sistemática.
La UE y los diferentes países no pueden quedarse de brazos cruzados. Creemos que la transparencia es el mayor enemigo del fraude y la evasión fiscal. La mejor respuesta que podemos lanzar a este escándalo es la aprobación de la directiva conocida como Información Púbica País por País (CBCR en sus siglas en inglés), que lleva años bloqueada en el Consejo precisamente por la oposición de Luxemburgo. La presidencia de turno de Portugal debe llevar a votación el próximo 26 de febrero al grupo de trabajo COMPET esta directiva, sin más excusas y de retrasos.
Este escándalo también debe servir de lección al Consejo en la reforma de la metodología de la lista negra de paraísos fiscales. Ni tiene ningún sentido que los países de la UE queden excluidos de la metodología de monitoreo, cuando después vemos que tienen un impacto económico muy superior al de cualquier país actualmente en la lista negra.”