La Comisión de Comercio Internacional del parlamento Europeo hoy ha votado a favor de la ratificación del tratado CETA. Las protestas de este fin de semana han vuelto a demostrar una vez más la movilización ciudadana en contra de este acuerdo y a favor de una política comercial europea que priorice como elementos centrales la democracia, la protección del medio ambiente, los derechos de los trabajadores, el bienestar animal y la protección de los servicios públicos y los datos personales.
Ernest URTASUN, eurodiputado Verdes-ALE y portavoz de ICV ha declarado;
“Los conservadores, liberales y algunos socialdemócratas hoy han decidido en la Comisión de Comercio validar el CETA sin que se haya proporcionado el tiempo suficiente para un verdadero escrutinio parlamentario. Debemos recordar que la Comisión de Empleo del mismo Parlamento alertó hace unos meses que este tratado supondría la pérdida de empleos, la reducción de salarios y en última instancia, un aumento de la desigualdad en Europa.
El gran peligro de estos tratados de nueva generación es que intentan regularlo todo, desde los servicios públicos, pasado por la salud o las cuestiones medioambientales hasta creando tribunales de arbitraje para los inversores que ponen los intereses de las empresas por encima de los de los ciudadanos. Reclamamos por lo tanto, que se deje el tiempo necesario para realizar el escrutinio adecuado de este Tratado y lamentamos profundamente los límites existentes en el procedimiento de rechazo o validación dentro del Parlamento Europeo. “
Por su parte, Florent MARCELLESI, eurodiputado Verdes-ALE de EQUO/Primavera Europea ha añadido:
“La votación de hoy muestra una división cada vez más patente en el seno del Parlamento Europeo. Por tanto no cedemos en nuestro empeño en lograr el rechazo mayoritario de la Eurocámara a un acuerdo que amenaza nuestros derechos sociales, la democracia y el medio ambiente.
La batalla no ha terminado. El próximo 15 de febrero, todas y todos los eurodiputados votaremos en plenaria si decidimos ratificar o no el CETA. Junto a las organizaciones de la sociedad civil, y la ciudadanía europea vamos a hacer lo imposible para que se rechace este acuerdo. Hacemos un llamamiento a los eurodiputados que creen en el empleo digno, el comercio justo y una Europa más sostenible a votar no en la próxima votación en Estrasburgo. La UE tiene que reconsiderar urgentemente su enfoque de la política comercial internacional, poniendo los derechos de las personas, la democracia y el clima por delante.”