En una resolución aprobada hoy sobre el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, el Parlamento Europeo ha pedido un embargo sobre la venta de armas a Arabia Saudí. El Grupo Verdes/ALE hace un llamamiento a los gobiernos de la UE para que se aplique una prohibición de exportación de armas a Arabia Saudí a escala de la UE, que el Parlamento ya ha pedido tres veces desde 2016 a través de iniciativas dirigidas por el grupo de los Verdes/ALE.
Ernest Urtasun, eurodiputado del grupo Verdes/ALE y portavoz de Catalunya en Comú, ha comentado:
“El asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi debe tener consecuencias. Los gobiernos de la UE deben responder de manera urgente y dejar de suministrar armas y sistemas de vigilancia a Arabia Saudí con efecto inmediato.
Los países de la UE no pueden seguir haciendo la vista gorda ante las graves violaciones de los derechos humanos cometidas por el Gobierno saudí. El gobierno saudí lleva mucho tiempo silenciando a los activistas de la oposición. Raif Badawi, crítico del régimen y ganador del Premio Sájarov encarcelado durante seis años, es una de las muchas víctimas de este Estado arbitrario. El atroz crimen contra Jamal Khashoggi debe ser investigado por una comisión independiente dirigida por la ONU y los autores deben ser llevados ante la justicia“.
Florent Marcellesi, eurodiputado de EQUO en el grupo Verdes/ALE, comenta:
“El Gobierno de Sánchez se juega su credibilidad y la de la democracia española, pero aún está a tiempo de escuchar al Parlamento Europeo y rectificar. Porque no todo vale. Respetar los derechos humanos debería ser la base de nuestra dignidad como país y estar siempre por delante de cualquier negocio.
Tras este horrible capítulo, los gobiernos de la UE deben trabajar para conseguir una prohibición a escala de la UE de las exportaciones de armas a Arabia Saudí y aplicar sanciones específicas como la prohibición de visados y la congelación de cuentas. Es hora de que el mundo deje de apoyar a este régimen bárbaro y despótico, y especialmente la guerra saudí contra la población yemení, que se ha cobrado la vida de más de 16,000 personas y ha dejado a los civiles en una situación crítica de hambruna”.