Hoy, 16 de diciembre de 2020, la Comisión Europea ha presentado su nuevo plan de acción sobre los préstamos dudosos (NPL por sus siglas en inglés). Se trata del último esfuerzo de la Comisión para hacer frente al elevado nivel de NPLs de los bancos en muchos estados miembros desde la crisis de la deuda europea y que ahora se ha acelerado con el COVID-19. El plan de acción se describen instrumentos y estrategias que la UE propone para hacer frente a los altos niveles de morosidad de préstamos bancarios. Sin embargo, no se incluye ninguna nueva propuesta legislativa nueva y únicamente se mencionan iniciativas actualmente en proceso como la creación de un mercados secundarios comunitario para los NPL. También se propone reducir los actuales requisitos de capital para los compradores de NPLs bajo ciertas condiciones. El plan de acción propone que se promueva la creación de bancos malos o las “empresas de gestión de activos” y que se forme una red europea de bancos malos nacionales. Por último, se se pide que se avance en el establecimiento de procedimientos extrajudiciales acelerados de ejecución de garantías, una propuesta legislativa que la Comisión ha propuesto anteriormente pero que hasta ahora no ha obtenido una mayoría en el Parlamento Europeo y que también ha generado dudas en el consejo. Por último, se esboza la forma en que el actual instrumento de recapitalización cautelar establecido en el marco del BRRD puede utilizarse en la crisis actual.
Sobre todo ello el eurodiputado Ernest Urtasun, eurodiputado de Catalunya en Comú, vicepresidente del grupo Verdes/ALE en el Parlamento Europeo ha comentado:
“El problema de la morosidad en el pago de préstamos bancarios fruto de la crisis social y económica del COVID, puede afectar seriamente la estabilidad del sistema financiero y es evidente que debemos afrontar este problema. Sin embargo, la Comisión se centra solo en el problema de los balances financieros, sin tener en cuenta la otra cara de la moneda: el grave impacto social que tiene en las personas que no pueden hacer frente a sus deudas bancarias. Necesitamos medidas comunitarias para que los deudores de buena fe no vean sus derechos vulnerados en procesos de insolvencia. Eso es lo que estamos trabajando en la directiva sobre créditos morosos que actualmente está en trámite en la comisión de economía del Parlamento.
El establecimiento de un procedimiento acelerado de ejecución de garantías extrajudiciales (AECE) que la Comisión propuso ya en 2019 y ahora vuelve a poner en la mesa es muy preocupante. Aunque se excluya a la deuda hipotecaria personal, no entendemos porqué se debe crear un mecanismo al margen de la justicia ordinaria, hay pequeñas empresas que tienen mucho en juego.
Además, no puede ser que la única estrategia sea ponerle la alfombra roja a los bancos para que saquen de sus balances los créditos morosos. Necesitamos bancos deben estar suficientemente capitalizados, que puedan hacer frente al empeoramiento de sus balances. La creación de bancos malos conlleva necesariamente la asunción de pérdidas por parte del sector público y no se puede utilizar como respuesta estándar ante cualquier situación de inestabilidad financiera. Además, estas medidas chocan con las noticias de que el BCE permitirá el pago de dividendos y re-compra de acciones, que mi grupo ha criticado por ser totalmente desenfocado.”