Ana María Cortés, líder social y defensora de derechos humanos en Cáceres (Colombia) y coordinadora de campaña de Gustavo Petro durante las elecciones presidenciales, ha sido asesinada en su municipio después de haber denunciado amenazas y haber solicitado protección. Este asesinato se suma a la larga lista de ataques contra activistas y defensores de DDHH, que han aumentado considerablemente en los últimos años.
El liderazgo y la participación política de las mujeres está en peligro y sujeta a numerosos obstáculos y discriminación por un factor de género. La situación se agrava en el caso de las defensoras de derechos humanos y líderes sociales, que están sometidas a numerosas amenazas, agresiones, violaciones y situaciones de exclusión social.
Teniendo en cuenta que el apoyo a los defensores de derechos humanos es una prioridad de la política exterior de la UE, y que las mujeres defensoras están sujetas a un mayor riesgo de sufrir estos ataques, Ernest Urtasun, eurodiputado del Grupo Verdes/ALE y portavoz de Catalunya en Comú, ha presentado una pregunta parlamentaria a la Comisión Europea (puede consultar la presunta presentada aquí) para preguntar qué mecanismos ha establecido la Comisión para apoyar y proteger a las mujeres defensoras de Derechos Humanos; y si aplica una perspectiva de género tal y como promueven y aconsejan las Directrices de la UE sobre el apoyo a defensores de DDHH.
Finalmente, y teniendo en cuenta que el número de asesinatos a líderes sociales en Colombia ha aumentado considerablemente en los últimos años (311 asesinatos a líderes sociales desde 2016 según el Defensor del Pueblo de Colombia), ha preguntado cuál es la implicación de la UE para evitar este creciente clima de violencia.