Tras días de negociaciones, los líderes de la UE acordaron hoy (lunes 20 de julio) un fondo para la reconstrucción de 750.000 millones de euros, incluidos 390.000 millones en subvenciones. Por otro lado, también se acordó un marco financiero plurianual de poco más de 1 billón, considerablemente inferior a los 1,1 billones propuestos por el Presidente del Consejo, Charles Michel. Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia, con el apoyo de Finlandia, impulsaron un presupuesto de la UE significativamente más bajo y fuertes recortes en los próximos programas de investigación y desarrollo, derechos y valores y Erasmus plus. En su conjunto, es el mayor pacto presupuestario de la historia de la UE con 1,8 billones en total.
Ernest Urtasun, eurodiputado de Catalunya en Comú y vicepresidente del grupo Verdes/ALE en el Parlamento Europeo, comenta:
“El ruido de estos días y la tensión de las negociaciones no debe empeñar que el acuerdo respecto el plan de recuperación es histórico. Se han mantenido las cifras en su conjunto del plan de recuperación y además se mantiene la parte fundamental de subvenciones, que los autodenominados frugales querían eliminar. Además, los recursos se reparten de forma solidaria repartiendo más recursos en aquellos países con mayor caída del desempleo y descenso del PIB, asegurando que el dinero llega donde más se necesita. En este sentido, España mantiene la cifra de transferencias prácticamente intacta respecto al anterior borrador y recibirá 72.000 millones extra.
En cuanto a la gobernanza, el procedimiento de “freno de emergencia” concedido a los países frugales a la práctica va tener un impacto muy menor. No puede convertirse en ningún caso en un veto a los planes nacionales, cosa que sería totalmente ilegal según la legislación de la UE, así que como mucho puede suponer un retraso en el desembolso de los fondos.
Creemos que la mejor manera de garantizar el respeto efectivo de las normas que deberían condicionar las inversiones habría sido dar un rol protagonista al Parlamento Europeo en el proceso de decisión. Pero el Consejo ignoró nuevamente la única institución de la UE elegida directamente por la ciudadanía.
En esta cumbre se ha perdido la oportunidad de una condicionalidad dura del plan de recuperación al respeto al estado de derecho en UE y a criterios verdes, que garanticen que Europa sea líder mundial en la lucha contra el cambio climático. En cuanto a la condicionalidad al respeto del estado de derecho, se ha conseguido algún avance, aunque no parece suficiente. Sobre los criterios ecológicos, creemos que se debe reforzar que las inversiones se vehiculen hacia transición ecológica, digitalización, movilidad sostenible o cuidados, para hacer frente a los retos de futuro de nuestras sociedades.
Donde ha habido una rebaja importante e injustificable es en el Marco Financiero Multianual, el presupuesto ordinario de la UE. La responsabilidad de que la propuesta inicial haya empeorado es de los gobiernos de algunos países. Rutte y Kurz, junto con los primeros ministros socialistas de Dinamarca, Finlandia y Suecia, lucharon contra la propia idea de un plan de recuperación común de la UE. Los recortes respecto a la propuesta original no sólo debilitarán el impacto económico del plan de recuperación, sino que han perjudicado programas orientados hacia el futuro, como educación, innovación o salud. En el contexto actual no tiene ningún sentido recortar esos programas.
Los gobiernos de la UE deben prepararse para unas duras negociaciones con el Parlamento Europeo. Utilizaremos nuestras competencias para recuperar la ambición de la propuesta original de marco financiero plurianual antes de la rebaja en el Consejo Europeo. También para que los programas de la a reconstrucción vayan de la mano con garantías de respeto a los derechos fundamentales y a unos criterios climáticos ambiciosos.”