La Comisión Europea ha publicado hoy el proyecto final del Acto Delegado del Reglamento de Taxonomía de la UE, que pretende incluir los proyectos de gas y nucleares como posibles inversiones sostenibles. El Acto Delegado debe clasificar qué inversiones financieras pueden ser etiquetadas como sostenibles. El Grupo de los Verdes/ALE se opone firmemente a la inclusión del gas y la energía nuclear e insta a todos los miembros del Parlamento Europeo a votar en contra del acto delegado.
El eurodiputado de En Comú Podem y vicepresidente de los Verdes/ALE, Ernest Urtasun, ha comentado:
“Con este intento poco hábil de clasificar las industrias del gas y la energía nuclear como sostenibles, la Comisión Europea está socavando significativamente la credibilidad de la UE como actor climático. Se supone que la taxonomía es una oportunidad para que la UE establezca el estándar de oro para las inversiones del futuro y la ecologización de nuestra economía. Sin embargo, incluir el gas y la energía nuclear en la propuesta de la Comisión equivale a un lavado verde y va en contra del Green Deal.
“En la cumbre de la ONU sobre el clima celebrada en Glasgow se dieron pequeños pasos hacia la eliminación de los combustibles fósiles. Sin embargo, lamentablemente, la Comisión ya está dando marcha atrás y dejando la puerta abierta a la industria del gas”.
“Los planes de la Comisión Europea establecen algunos requisitos para la inclusión del gas fósil y la energía nuclear, pero son débiles. La ciencia del clima nos exige que utilicemos menos recursos de gas y, sin embargo, la Comisión está fomentando activamente la utilización de más combustibles fósiles. La energía nuclear no puede considerarse sostenible cuando una solución segura al problema de los residuos nucleares sigue siendo poco más que una quimera. Instamos a todos los diputados a salvaguardar el futuro de nuestros hijos y nietos y a votar en contra de este acto delegado”.
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En la propuesta de la Comisión, las inversiones en gas reciben una etiqueta verde si el permiso para la construcción de una planta de gas se expide antes de finales de 2030 y se convierte en una forma limpia de gas, como el hidrógeno, antes de 2035. Además, hay todo tipo de lagunas que las centrales contaminantes pueden utilizar para obtener el sello verde.
Tanto la construcción de nuevas centrales nucleares como el funcionamiento de las existentes están marcados como sostenibles en la propuesta de la Comisión. En el caso de la energía nuclear, el requisito para obtener el sello verde es que se disponga de fondos para el almacenamiento de los residuos nucleares y el desmantelamiento de la central nuclear, pero sigue sin estar claro exactamente cuántos fondos serán necesarios. La Comisión Europea exige una solución definitiva para el almacenamiento permanente de los residuos nucleares altamente radiactivos antes de 2050.
Para frenar la propuesta se necesita la mayoría absoluta del Parlamento Europeo, 353 (de 705) diputados tienen que votar en contra. Una mayoría cualificada de países de la UE también puede bloquear la propuesta en el Consejo de Ministros. Además, Austria y Luxemburgo han anunciado que acudirán al Tribunal Europeo para impugnar esta decisión.