“La elección de Von der Leyen es una mala noticia para Europa y más aún con esta mayoría. En primer lugar, su elección supone un duro golpe hacia el proceso del “spitzenkandidaten” y una degradación del rol del Parlamento Europeo. El Consejo ha despreciado el resultado de las elecciones europeas en el reparto de las principales responsabilidades en este mandato. Von der Leyen era la candidata de los gobiernos, no era ni la candidata del Parlamento ni mucho menos la de la mayoría de la ciudadanía europea.
“Su elección supone una triple renuncia: la renuncia a la parlamentarización de la vida política de la UE, la renuncia a una defensa acérrima del estado de derecho, y la renuncia a un programa político de cambio. El Parlamento debería haber rechazado su candidatura y forzar una nueva cumbre”
“Nos preocupa además que la candidata haya salido con un resultado tan ajustado y gracias los votos de algunas formaciones de derecha extrema como el Partido Ley y Justicia de Polonia, lo que va a condicionar el trabajo de la Comisión en los próximos cinco años.”